Ubicada en una isla del río Sena llamada Ile de la Cité, Notre Dame se coloca como una de las catedrales góticas más famosas del mundo. Además, es el monumento más visitado de París, con alrededor de 13 millones de visitas al año.
Una historia de obispos, revolucionarios y emperadores
Notre Dame fue construida sobre las ruinas de un antiguo templo romano que veneraba a Júpiter. La construcción original inició en 1160, y gran parte de la edificación se completó para el año 1250, cuando se edificaron las torres y el rosetón del lado norte. El resto de los elementos fueron incorporándose durante los siguientes 95 años hasta finalizar en 1345.
La catedral sufrió graves daños durante la Revolución Francesa en 1972, que incluyó daños a 28 esculturas de reyes bíblicos que fueron “decapitados” por revolucionarios. De éstas, 21 cabezas fueron descubiertas en 1977, y ahora residen en el museo de Cluny. Además, todas excepto una de las campanas, llamada Emmanuel, fueron derretidas para utilizarse en artillería durante la Revolución.
En 1804, Napoleón Bonaparte decidió coronarse como emperador en Notre Dame. Pocos años después, en 1831, Victor Hugo publicó su popular novela El Jorobado de Notre Dame. Se dice que estos dos sucesos fueron los que inspiraron las renovaciones hechas por los arquitectos Eugene-Emmanuel Viollet-le-Duc y Antoine Lassus en el siglo XIX. Esta remodelación incluyó una nueva aguja y la adición de las famosas gárgolas, y tardó 25 años en completarse.
Arquitectura inigualable
Te compartimos algunos de los elementos más impresionantes de este ícono arquitectónico que ha sobrevivido y se ha renovado con el paso del tiempo:
Estilo gótico que evolucionó con los siglos
Notre Dame es uno de los ejemplos más importantes de la arquitectura gótica francesa. Es reconocida por la naturalidad de sus esculturas, así como por la belleza de sus rosetones. Ambos elementos son una muestra de los avances tecnológicos de la época, en comparación con la arquitectura románica de siglos anteriores.
Las adecuaciones que se realizaron durante 1250 incluyeron elementos de la nueva arquitectura gótica radiante, como es el caso de la remodelación de los transeptos y la inclusión de arbotantes en su fachada.
Planta románica con elementos góticos
La planta cruciforme, de 128 metros de longitud y 12 metros de ancho, así como la nave elevada, el transepto y la torre, son elementos que se heredaron de la arquitectura románica. Sin embargo, otros elementos como los arcos puntiagudos y la bóveda de crucería, son parte del estilo gótico.
Aguja
En el año 1250 se construyó la primera aguja, la cual fue desmantelada en el siglo XVIII. La segunda aguja, instalada en 1860 como parte de las remodelaciones de Viollet-le-Duc, medía 96 metros de altura. Ésta fue destruida en el incendio de 2019.
La aguja estaba adornada con las estatuas de los 12 apóstoles, además de otras criaturas bíblicas. Viollet-le-Duc se incorporó a sí mismo en el diseño: la cara de Santo Tomás es, en realidad, la cara de este famoso arquitecto francés.
Arbotantes
La catedral de Notre Dame fue una de las primeras en introducir estructuras arbotantes en su fachada. Éstas se incluyeron para dar soporte y permitir que los muros tuvieran mayor área libre para incluir ventanas en la fachada.
Los arbotantes son un elemento más de la arquitectura gótica radiante que se incorporó a la catedral durante el siglo XIII.
Rosetones
Notre Dame cuenta con tres rosetones, los cuales todavía tienen los cristales originales del siglo XIII. Los rosetones de las fachadas norte y sur tienen 12.9 metros de diámetro. Los rosetones de las fachadas poniente y norte se terminaron en el año 1250, mientras que el de la fachada sur se terminó en 1260 y fue remodelado en el siglo XIX por Viollet-le-Duc.
La catedral es una de las construcciones más importantes para la historia de la arquitectura y una edificación clara de la arquitectura gótica que sufrió el pasado 15 de abril de 2019 un incendio devastador que destruyó gran parte del tejado, la aguja central y una parte de la bóveda.
Como su historia lo ha demostrado, esta pieza icónica parisina continuará ocupando su lugar como sitio favorito, reconstruyéndose tras el accidente. Seguramente esta nueva transformación, enriquecerá su diseño y estilo.
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