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Un nuevo material de construcción está comenzando a producirse en México y promete, además de ahorros de hasta 30% y alta resistencia y durabilidad, contribuir con el medio ambiente.

Se trata de tabiques fabricados con sargazo, el alga que ha inundado en los últimos años las costas de Quintana Roo y que se ha convertido en un problema para el turismo de la región.

Para hacer frente a esta situación, emprendedores y empresarios de la Riviera, con el impulso del gobierno, han buscado proyectos alternativos para aprovechar su uso y uno de ellos se encontró en la construcción.

De acuerdo con declaraciones de Ricardo Lambretón López-Ostolaza, especialista en la industria de la construcción, el sargazo se ha convertido en un negocio sustentable para este sector , que aprovecha este material orgánico para elaborar casas a bajo costo.

Este recurso natural ofrece múltiples ventajas, desde un consumo menor de energía en su producción, un precio accesible, hasta mayor durabilidad y resistencia.

Pruebas de laboratorio realizadas por la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente de Quintana Roo avalan que los ladrillos hechos con sargazo alcanzan hasta 120 años de vida útil.

Entre otros beneficios, este material orgánico mejora la acústica, posee características térmicas y es 100% biodegradable ya que está elaborado 60% con sargazo, 40% con otra materia orgánica, y su fórmula está libre de cemento o pegamento.

Cada ladrillo tiene un costo aproximado en el mercado de 10 pesos, 30% por debajo de los 12 o 12.70 pesos de los ladrillos convencionales de cemento.

Una oportunidad de negocio para proveedores de la construcción

La producción industrial de este nuevo material elaborado con sargazo está aún en sus etapas iniciales.

Por lo pronto, el único productor reconocido es el emprendedor Omar Vázquez Sánchez, quien comenzó haciendo composta con el alga para luego fabricar bloques y tabiques artesanales para construcción.

Su meta es abastecer al mercado de la construcción en la Península de Yucatán y ofrecer este material alternativo para la construcción de desarrollos inmobiliarios de la zona.

De hecho, el complejo de alta gama Adora en Tulum, Quintana Roo hizo uso de bloques de sargazo en sus bardas perimetrales y en la construcción de temazcales y otras áreas recreativas del desarrollo.

Es así que la construcción con sargazo tiene un gran potencial de desarrollo. Varios empresarios de la construcción ya están explorando otras fórmulas que incluyen resinas para darle la consistencia necesaria para diferentes ramos de construcción; por ejemplo, la elaboración de durmientes para proyectos de infraestructura ferroviaria, entre otros.

“El avance de la industria nos ha dado la oportunidad de crear viviendas o cualquier tipo de construcción de forma ecológica y económica; es por ello que debemos aprovechar este tipo de algas dándole un mejor uso y no desperdiciándola ”, dijo el experto.