Durante el último sexenio se observó una caída importante en la industria de la ingeniería civil, especialmente en la infraestructura pública.
El gobierno actual deberá buscar generar certidumbre económica, para así incentivar la inversión privada en en este sector de la construcción. De esta forma será posible revertir la tendencia de los últimos 6 años.
El reto de la nueva administración: certidumbre económica
En un estudio publicado por la CEESP el 11 de febrero de 2019, se menciona que los principales factores que amenazan con reducir la actividad productiva del país son: las políticas para disminuir la corrupción, la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), los eventos que llevaron al desabasto de combustible a inicios del presente año, el bloqueo de las vías férreas en Michoacán y las revisiones salariales contractuales por aumentos en el salario mínimo.
Estos factores han contribuido en gran manera a la sensación de incertidumbre que se siente en el sector privado. Debido a esta percepción, la CMIC enfatiza la necesidad de participación de los actores públicos para trabajar conjuntamente en impulsar al desarrollo de infraestructura necesaria para el país.
De acuerdo con el reporte de CMIC; “Situación y Perspectivas de la Industria de la Construcción en México para 2019”, para alcanzar las tasas de crecimiento que la industria de la construcción requiere, es necesario promover mayor inversión local y foránea, en particular en la construcción de obras de ingeniería civil u obra pesada.
La reactivación de los proyectos de obra pública deberá de estar sustentada en una correcta planeación a mediano y largo plazo, con la revisión de variables externas e internas que puedan alterar la ejecución de proyectos, entre ellas, la reducción de los precios de petróleo, la posibilidad de una mayor volatilidad en los mercados financieros internacionales, la incertidumbre de políticas proteccionistas a escala global y la falta de mecanismos para revisar la asignación y ejecución de recursos destinados al desarrollo de Infraestructura.
Panorama para 2019-2024
Este sexenio trae consigo la proyección de obras emblemáticas de infraestructura. Sin embargo, esto viene acompañado de una reducción importante en los presupuestos, como es el caso de la SCT, que presenta una disminución del 21.4% contra el año anterior. Se prevé que estos proyectos de gran envergadura sean financiados por otras dependencias, así como con inversión privada.
La CMIC hace mención de 4 mega obras que requerirán de inversión privada para su construcción.
Tren Maya
Será una red ferroviaria de 1,500 km de extensión. Cruzará los estados de Tabasco, Yucatán, Campeche, Quintana Roo y Chiapas. La inversión proyectada para esta obra es de entre 120 y 150 mil millones de pesos. El Fondo Nacional de Fomento al Turismo asignó 186.98 millones de pesos de su presupuesto para realizar estudios de pre inversión para este proyecto.
Aeropuerto de Santa Lucía
Este proyecto contará con 2 pistas de aproximadamente 5 kilómetros, base aérea, torre de control, terminal y pistas de rodaje. La inversión de este proyecto se calculó en 100 mil millones de pesos, de los cuales la Secretaría de Defensa Nacional alistó 15 mil millones de pesos.
Durante el aniversario de la Fuerza Aérea Mexicana, AMLO hizo el compromiso de tener el aeropuerto funcionando dentro de 3 años.
Refinería Dos Bocas
Se encontrará en Paraíso, Tabasco, y se pretende que produzca 300 mil barricas de crudo al día. La inversión proyectada para este proyecto es de 115 mil millones de pesos.
Tren Transístmico
Se pretende que esta vía una el Golfo con el Pacífico, conectando el puerto de Coatzacoalcos con el de Salina Cruz. La inversión proyectada para esta obra es de 40 mil millones de pesos.
Diversos estudios e investigaciones alrededor del mundo han aportado indicadores de que a mayor inversión en infraestructura, las tasas de crecimiento económico también aumentan, al producir beneficios para los negocios.
Por lo que, el actual sexenio presenta retos importantes para fortalecer la inversión en infraestructura en México, como un factor clave para su desarrollo y crecimiento económico, siempre y cuando se logre la sinergia entre la iniciativa pública y privada, pero esto solo se podrá lograr, generando certidumbre económica para maximizar la inversión y poder lograr el desarrollo de estos emblemáticos proyectos.
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